SOBRE LA LECTURA (2)
Continuando con lo propuesto en el escrito sobre la lectura (1), corresponde ahondar un poco más acerca de lo que plantea Nietzsche, expresado por Estanislao Zuleta, acerca de cómo el espíritu (humano) ¨se convierte en primer lugar en camello, el camello en león y éste se convierte finalmente en niño.¨
Continuando con lo propuesto en el escrito sobre la lectura (1), corresponde ahondar un poco más acerca de lo que plantea Nietzsche, expresado por Estanislao Zuleta, acerca de cómo el espíritu (humano) ¨se convierte en primer lugar en camello, el camello en león y éste se convierte finalmente en niño.¨
El espíritu convertido en camello, es el espíritu que admira, que tiene grandes ideales, grandes maestros. Es aquel que busca continuamente y que mediante el trabajo perseverante, encuentra el sentido de las cosas, del mundo (de las ideas).
El espíritu de camello, además de ser admiración, fervor y trabajo, es además, crítica, oposición, convirtiéndose en león. Y este (por su naturaleza) se hace solitario, siendo un espíritu rebelde, matando todas las formas de imposición y de jerarquía.
Luego ¨el león se convierte en niño, siendo inocencia y olvido, un nuevo comienzo y una rueda que gira, una santa afirmación.¨
De esta forma ¨el pensamiento funciona con las tres categorías: (1) capacidad de admiración, idealización, trabajo o labor; (2) la capacidad de oposición: crítica, rebelión y (3) la capacidad de creación.¨
Es de esta manera que el espíritu asciende al encuentro de la interpretación de la lectura propuesta, y de esta forma se aborda y se encuentra con el texto a leer (o a escribir, en la creación).
Veamos: enfrentados nosotros mismos al texto a analizar, nuestro espíritu se prepara para asumir el trabajo de interpretarlo, alistando todas nuestras capacidad físicas y corporales, siendo objeto de fervor y/o admiración, rechazo y/o negación, generando luego una posición crítica (reflexiva) oponiéndose o no a lo interpretado; identificándose con el texto escrito, sin dejarse imponer absolutamente nada (ideologías, fanatismo, posiciones dogmáticas, etc.), para luego abrir el camino con la propuesta (proposición) de un texto producto del análisis reflexivo (interpretación), el cual será (estará) inocente de posibilidades radicales objeto de la lectura.
Es decir, los autores nos invitan a asumir la lectura (rumiante) de una forma que, si bien exige el esfuerzo por el encuentro de la misma, ésta no ha de generar posiciones extremas de ninguna índole ni modelizaciones propuestas de diverso origen, sino permitir que el lector asuma su propia reflexión, crítica o posición al respecto: sin memoria, es decir, sin recuerdos ni resentimientos, sino una lectura producto de una libre interpretación, generadora de posiciones igualmente exentas de otras interpretaciones, inducidas o no.
Es la posición más abierta y correcta de la forma como debemos asumir la lectura.
Y mucho más, pensemos en la lectura desde la escuela, la cual se nos impone como una forma de resumen a un texto dado.
¿ Es ésta la posición correcta? Cómo desde la escuela no debe existir previas interpretaciones de los textos a analizar, sino desde estos mismos cultivar la independencia de los juicios y la valentía de las posiciones derivadas de una lectura (y escritura sanas).
De esta forma la lectura toma un carácter ético, de respeto por la diferencia, valorando la disensión y diversidad, tanto de las críticas y comentarios como de todo lo que nos rodea.
Es una respuesta a la libertad de pensamiento y expresión, sin ocasionar daño alguno, simplemente dejándonos llevar por la invitación de Nietzsche y Zuleta.
O…, Usted que opina?
Amigo Estudiante: Con base en el texto anterior, elabore un escrito que señale: 1. Un diagnóstico de lo que ha sido su experiencia en el colegio, con respecto a las lecturas que le han impuesto en clase, en años anteriores. 2. Establezca una propuesta de cómo debiera ser, en caso que la experiencia vivida, no haya sido satisfactoria.